Un estudiante en línea tiene
mayor responsabilidad pues está en sus manos su propio proceso de aprendizaje
ya que de él depende cuánto se involucre. Si bien uno pensaría que estudiar
bajo esta modalidad es más simple puesto que uno pasaría de ser percibido,
existen herramientas tecnológicas que posibilitan que tanto los docentes como
moderadores estén al tanto de la participación del estudiante, además de que
brinda a posibilidad de expresar y/o consultar dudas que presencialmente muchos
de los estudiantes no harían por temor a hablar en público; en este caso, habría
que ser pacientes para esperar una respuesta dada la condición.
Una de las ventajas de estudiar
en línea es el tiempo, ya que éste dependerá de las ocupaciones y movilidad de
cada estudiante, siendo así que con base a su organización, le será posible
incorporarse a un programa de estudios en línea a cualquier hora y lugar
siempre y cuando cuente con acceso a internet.
Dentro de esta plataforma de
aprendizaje se aporta a los estudiantes diversos materiales es estudio y
trabajo, mismos que son funcionales, aunque también se tiene la posibilidad de
investigar mayores fuentes bibliográficas en internet en donde cada estudiante
tiene que emplear su juicio crítico para determinar si ésta es una fuente
confiable o no.
Como seres humanos, todos somos
diferentes, por lo que es evidente que nuestro proceso de aprendizaje también lo
es, de ahí que cada uno tendrá determinadas habilidades y limitaciones, mismas
que si logramos identificar podremos trabajar en ello y paulatinamente mejorar,
haciendo que en algún momento seamos mejores estudiantes con capacidad de análisis,
organización, planeación y síntesis, que conllevará a una toma de decisiones y resolución
de problemas de forma asertiva.